miércoles, 4 de febrero de 2009

CELEBRACIÓN

Perdón por la nostalgia, pero hoy cumple años papá. Setenta. Le llamé a las seis de la mañana y se lo oía alegre. Tenía música huasteca en su estéreo y me invitó a comer cabrito el sábado siguiente en su honor. Sigue aferrado a esa tierra semiárida y polvosa de la frontera. Vino del sur cargado de recuerdos y encontró lo suyo entre los migrantes que van y vienen al país de los sueños. Y no piensa volver a sus raíces. “Cómo regresar y dejar a mi hija sepultada en la soledad de un suelo ardiente y vaporoso, sediento –dice recordando a la Borrada-; mejor aquí me quedo”. Mi pobre padre, tan abandonado en esa geografía donde nunca pasa nada, solo el día y la noche se suceden en su rutina penitente de recuerdos y olvidos. También espero que en sus años encuentre la sabiduría de los hombres que saben vivir eternamente.
Guillermo Berrones

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